Por recomendaciones de ingenieros, los vehículos de seis toneladas de peso no pueden transitar por el puente que atraviesa el río Barragán ya que ha cedido y tiene en riesgo a la zona.
Los puentes de los ríos Barragán y Verde presentan problemas en sus estructuras por lo que se ha solicitado la intervención del gobierno para mejorarlos.
Puentes, vías y otras infraestructuras no han sido ajenos a los estragos que ha dejado la ola invernal en el sur del Quindío y poblaciones cercanas como Caicedonia.
Las fuertes precipitaciones de los últimos días han activado la máxima alerta en esta zona y han solicitado de manera urgente la presencia de las autoridades departamentales y nacionales para buscar la solución inmediata a esta problemática, aunque saben que en otras partes del país también hay alarma y son prioridad.
El alcalde de Caicedonia, Orlando de Jesús Vélez Marín, indicó que hay seria preocupación debido al estado del puente que comunica su localidad con el Quindío y que está encima del río Barragán debido al deterioro y por ello se han tomado algunas medidas para evitar una catástrofe.
“Desde luego que estamos en alerta porque es una vía primordial para nosotros los habitantes de la zona y que se requiere para llevar los materiales de reconstrucción del corregimiento de Aures que debió ser reubicado después de la avalancha de 2008”, explicó el burgomaestre a La Crónica del Quindío.
Este paso es considerado una joya porque fue vía nacional en épocas anteriores y en estos momentos está prohibido el paso de camiones de más de seis toneladas y por ello invitaron a los transportadores a tomar esta orden para evitar una gran emergencia.
De otro lado, el secretario de Obras Públicas de dicha localidad, Fernando Sabogal Cataño, reveló que desde diciembre está en peligro debido a que se desplazó el soporte central casi 15 centímetros.
“Se ha hecho gestión a Invías en Cali y el Quindío, además ya se hizo un diagnóstico en febrero con expertos y se ha recomendado un reforzamiento porque es muy antiguo. Además se requiere de 900 millones de pesos para solucionar sus problemas, ya se hizo la presentación de este proyecto a Colombia Humanitaria y esperamos respuesta”.
Igualmente, en varios puntos de la localidad como la vereda Campo Azul se cayeron algunos pinos por el debilitamiento de la tierra, el club de Caza y Pesca está en riesgo debido a un alud y son cerca de 12 mil metros cuadrados los que deben ser removidos y a la fecha no tienen maquinaria ni equipos para hacerlo.
A pesar de la situación dijo que hay gran comunicación con el gobierno quindiano y se trabaja de manera integral para buscar soluciones.
En el área donde pasa el río Verde, el puente peatonal está a punto de caer y se le ha hecho la advertencia a la comunidad de no transitarlo.
En varias partes de la carretera, organismos de socorro e ingenieros determinaron restringir algunos tramos debido a que el terreno ha cedido por la furia de los ríos Verde y Barragán.
Recuperación de bocatomas
Dos de las tres bocatomas afectadas por la ola invernal en Calarcá ya han sido recuperadas y al cierre de esta edición se trabajaba en la que se encuentra en Santodomingo que por el fuerte caudal del río no se había podido normalizar.
La información fue entregada por parte de pertenecientes a la empresa Multipropósito S.A. ESP.
Las precipitaciones que vulneraron el municipio incrementaron los caudales del río Santodomingo y las quebradas El Naranjal y San Rafael.
“Calarcá se había quedado sin agua, de inmediato optamos por la utilización de carrotanques para abastecer a la comunidad mientras normalizábamos el estado de las redes”, reveló Kurt Wartsky Patiño, gerente general de la empresa Multipropósito S.A. ESP.
De igual forma se puso en marcha un plan especial para beneficiar del líquido al hospital La Misericordia, la penitenciaría de Peñas Blancas, entre otras entidades.
Los damnificados por las lluvias caídas en Colombia durante el último año superan ya los tres millones, y desde abril de 2010 han fallecido 418 personas, reveló el director de socorro nacional de la Cruz Roja, César Urueña.
“En Colombia hay anualmente dos temporadas lluviosas: una de marzo a junio y otra de octubre a diciembre, pero desde abril de 2010 las precipitaciones han sido constantes y no han dado tregua, intensificadas por la influencia del fenómeno de la ‘Niña’, que ha provocado también inundaciones, deslizamientos y desbordamientos de ríos”, destacó el funcionario.
Agregó que este abril está siendo particularmente complicado, puesto que en los primeros 15 días llovió el equivalente a lo que suele caer en todo el mes.
Por su parte, desde la Policía Nacional anunciaron la activación de un plan, que involucra a 52 aeronaves y 160.000 agentes para apoyar operaciones de rescate y evacuación de víctimas, de transporte de ayuda humanitaria y de seguridad en las carreteras.
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