El sexo y el deporte tienen muchos puntos en común: esfuerzo físico, transpiración, aceleración de las pulsaciones, y aumento de la intensidad respiratoria.
Ambas actividades proporcionan una intensa sensación de placer y bienestar y una laxitud posterior, las dos estimulan de manera positiva el ánimo del ser humano.
La actividad física es un factor anti-estrés y fuente de goce al liberar energías y endorfinas (sustancias que provocan un mejor estado de ánimo y sensación de placer). Algunas formas son más beneficiosas que otras para la salud en general. Por ejemplo las prácticas deportivas aeróbicas (trote, marcha rápida, natación, ciclismo) controlan la presión arterial, aumentan el “colesterol bueno” o HDL, gastan calorías, reducen el peso. Además mejoran la tolerancia a la glucosa, lo cual ayuda a los diabéticos, abre las arterias colaterales del corazón, mejora los estados de ánimo y estimula la circulación; en pocas palabras, reducen los factores de riesgo cardiovasculares.
Muchas veces las personas se han hecho la pregunta que si el ejercitarse ayuda al mejoramiento de la vida sexual de cada quien, donde esto depende de un buen estado de ánimo, de una presión sanguínea adecuada, de unos valores metabólicos normales (colesterol, triglicerios y glicemia) y que las arterias estén permeables, podemos inferir que una vida sexual sana depende también de todos esos factores, directa o indirectamente.
Cuidar nuestro cuerpo con una actividad física moderada, una dieta adecuada, además de controlar el consumo de alcohol, cigarrillo y otros tóxicos, nos dan una mejor calidad de vida con relación a este tema.
Hay algo particular con relación a este concepto del manejo de las relaciones sexuales como influye la actividad deportiva que se practica o ejercitarse diariamente presenta una ventaja con relación al sexo; es donde se debe tener en cuenta qué tipo de actividad se elige para que de alguna manera esto influya positivamente tanto en hombres como mujeres.
En algunos casos esto genera un punto negativo ya que existen personas con problemas sexuales que canalizan su energía erótica en un deporte compulsivo.
Están los otros individuos que “se matan” con las actividades deportivas y luego llegan al acto sexual rendido, dolorido, hasta lesionado.
Investigaciones muestran la misma conexión entre el sexo y la actividad física. Un estudio publicado en los “Archivos del Comportamiento Sexual” encontró en un grupo de hombres hasta ese entonces inactivos o sedentarios, que comenzaron a hacer ejercicios aeróbicos de tres a cinco veces por semana, una hora cada vez donde mejoraron sustancialmente su vida sexual. Todo se trata de un asunto de sentido común. Hay estudios que afirman que la autoestima se eleva con la actividad corporal.
Cuando la gente ejercita, entra en acción, y se siente menos incapaz; y sentirse bien con uno mismo es importante para un buen sentimiento sexual. Esto es uno de los grandes beneficios que arroja la actividad física donde se busca mejorar su estado físico esencial y estimula y fortalece la parte emocional de cada persona; por lo cual se obtienen los mismos beneficios a partir de cualquier práctica de deportiva.