La carrera 17 hacia el CAM, donde evidentemente desapareció la vía peatonal
Una semana menos para que empiece el mundial de fútbol Sub 20 de la Fifa y las calles de Armenia siguen inundadas de ventas callejeras, pese a las promesas de la administración municipal de organizar el problema de la invasión del espacio público.
Al respecto la alcaldesa de la capital quindiana, Ana María Arango Álvarez, señaló que “ya se han comenzado los operativos en zonas como la universidad del Quindío y en el centro. Es algo en lo que necesitamos mucho apoyo de la policía y para tal propósito estamos en conversaciones con las autoridades. También vemos en la minorista que el sector se ha reactivado muchísimo, ya se están terminando los 280 apartamentos y se entregarían en aproximadamente dos meses. Eso quiere decir que los comerciantes localizados en el centro de acopio tendrán clientes fijos”.
Sin embargo, pese a que la alcaldía ha dispuesto de alternativas como la central minorista, es claro que la opción no es tomada en serio por este tipo de comerciantes, que prefieren seguirse enfrentando a la autoridad sin mostrar la voluntad de contribuir con el orden de la urbe.
El ejemplo concreto es el predio ubicado en la carrera 20 con calle 15 esquina, un lote que fue habilitado para que operara en su interior y despejar así los andenes. La realidad es muy diferente: carretas de productos perecederos funcionan desde la vía pública mientras el terreno continúa vacío, en una burla frontal a la autoridad.
“Uno de nuestros compromisos es organizar la ciudad, ojalá alcancemos antes de que empiece el torneo, pero sí queremos reubicarlos en determinados sitios, no para que permanezcan ahí sino para que no se nos llene la ciudad de vendedores en el espacio público, sobre todo porque ahora la modalidad de las carretas es bien molesta con los productos perecederos”, añadió la mandataria.
La semana anterior la secretaria de Gobierno municipal, Debbie Duque señaló que la labor de control que se requiere para despejar las calles de ventas ambulantes se ve en ocasiones obstaculizada por la intervención de algunos entes de control a los que los vendedores acuden alegando que se les viola el derecho al trabajo.
Al respecto la alcaldesa señaló que “es algo similar a lo que pasó en la universidad del Quindío. Nos había llegado la solicitud de intervenir allí porque ya había mucha gente ocupando los andenes y no había por donde movilizarse, pero en el momento en el que se hizo el control los estudiantes protestaron por el derecho al trabajo de las personas que trabajaban en la calle. Es complicado pero hay que organizar la ciudad”.
Sin embargo para el personero municipal, John Jairo Sánchez, el rol de las instituciones de control no se enfoca a entorpecer la recuperación de la ciudad en este aspecto sino en garantizar que no se vulneren los derechos por parte de las autoridades.
“Es claro que el espacio público hay que recuperarlo, pero se necesita de una política clara en la materia, sin improvisaciones y que sea de carácter general, no que se centre en la venta de perecederos sino que trate con equidad a todas las categorías”.
El representante del ministerio público precisó que en varias ocasiones se le ha solicitado a la secretaría de Gobierno del municipio que envíe el cronograma de operativos para ofrecer el acompañamiento respectivo, pero que hasta el momento no ha habido respuesta.
“Es algo que le compete al alcalde y que en este momento se salió ya de las manos. ¿Qué le ofrece la administración a estos comerciantes para que se retiren de las calles? Es un tema de generación de ‘confianza legítima’, llevamos más de cinco años esperando que se ocupen los módulos que les íban a entregar a quienes trabajaban en la carrera 14 y a quienes no se les cumplió”.
Por: Andrés Felipe Mejía Álvarez