Hay muchas maneras en que el lenguaje corporal de una persona puede dar pistas sobre si están o no diciendo mentiras. Los miembros de los departamentos de policía y expertos en seguridad utilizan este tipo de pistas para atrapar a los criminales durante el interrogatorio.
Uno de los mayores signos de que una persona está diciendo mentiras es el evitar el contacto visual durante la conversación. También puede tocar la cara continuamente, muy a menudo su boca con la mano.
A su vez puede llegar a tocarse o rascarse la nariz, ya que se dice que este es un signo de distracción para encubrir las mentiras.
Cuando se miente, la expresión física a menudo es muy rígida y limitada, lejanamente es un proceso de comunicación efectiva. Si una persona está sonriendo, generalmente sólo la boca se mueve, una sonrisa real involuntaria causa el movimiento de la boca, los ojos, la frente, las mejillas y la mandíbula.
El mentiroso siempre tiene movimientos en las manos, las piernas y los brazos hacia su propio cuerpo y ocupa poco espacio. El lenguaje corporal del mentiroso no es abierto, no se ven relajados, a pesar de que pueden estar tratando de dar la impresión de que lo están.
Cuando una persona está mintiendo tiene una variedad de maneras de distraer la atención de la mentira que está emitiendo, pueden moverse por todo el lugar y el espacio que hay entre ellos, es muy factible que empiecen a mover y a jugar con los elementos que hay en el lugar donde se encuentran.
La persona se sentirá incómoda cuando se mira a los ojos, es normal que este a la hora de hablar pueda volver la cabeza y el cuerpo alejándolos de los suyos. Una persona inocente se encuentra normalmente a la ofensiva, mientras que una persona culpable se pone siempre a la defensiva.
Al explicar algo, un mentiroso puede poner, hacer y volver la conversación más detallada de lo necesario. Ella no se sentirá cómoda con pausas o silencios. La persona mientras dice mentiras puede hablar en voz baja o en palabras no entendibles.
Sin embargo, un mentiroso muy bien preparado es capaz de hablar directamente y con confianza, los vendedores son grandes en esta técnica y es posible que no caiga en ningún detector de mentiras.
Si se sospecha que alguien está mintiendo es necesario cambiar el tema de la conversación abruptamente. El mentiroso voluntariamente cambiará de tema y será más relajado. Una persona que está diciendo la verdad llegará a ser confundido por este cambio repentino.
Otro signo de alguien que dice mentiras es bostezar. El mitómano puede tratar de parecer lo más relajado posible durante la mentira, la guiñada, estiramientos y bostezos son formas de lograr esto.
El mentir se vuelve patológico cuando la comunicación por medio de la mentira llega a formar parte de los hábitos personales y se utiliza dentro de una falsa normalidad volviéndose común en la vida diaria.
Nombres
Mitomanía: (palabra falsa), que designa en un sentido amplio a las distintas formas de la tendencia enfermiza a contar mentiras o desfigurar la realidad en un impulso que no se puede evitar.
Histrionismo: Suele aplicarse a las personas que exageran todo para llamar la atención debido a una carencia de emoción, para ellos la vida es un escenario donde tiene lugar una obra de teatro.
También las mentiras son usadas por las personas adictos al juego (ludópatas) alcohólicos y los narcisistas.
Formas de descubrir un mentiroso
- Le cambia la cara se ruboriza, palidez, sonríe solo con la boca y no con todo el rostro.
- Hace gestos repetitivos se toca la nariz, se cubre la boca, tose, se toca mucho la ropa.
- Cambia su tono de voz habla más alto y agudo por los nervios.
Razones
Satisfacer su propia vanidad.
- Obtener placer a través de invenciones.
- Demostrar poder o control ante los demás.
- Dañar a los demás con rumores o falsas acusaciones.
- Obtener estima, atención y afecto de los otros.
- Compensar su propia inseguridad.