En solo Oncólogos del Occidente hay 37 en tratamiento de quimioterapia. Un aspecto clave, es el personal especializado.
Las problemáticas a las cuales se enfrenta un niño con cáncer son producto de un cambio drástico en su entorno y estilo de vida. El agotamiento, los cambios en la apariencia física y la depresión, tienen como consecuencia ciertas reacciones físicas y psicológicas, no solo en el niño que padece la enfermedad, sino en toda su familia.
Con el fin de hacer más llevadera esta situación, la Organización de Padres de Niños con Cáncer, Opnicer, desarrolló una serie de recomendaciones para cuidarlos y así garantizarles que su tratamiento tenga los mejores resultados.
Antes de establecer las recomendaciones es importante tener en cuenta que el diagnóstico y los protocolos de tratamiento para el paciente son establecidos dependiendo del tipo y la etapa en la que se encuentre la enfermedad. De esta manera, los principales procedimientos para combatir el cáncer son la quimioterapia, la radioterapia y la cirugía. Sin embargo, estos, en su gran mayoría, dejan secuelas como pérdida del cabello, aumento o disminución del peso, cambios en la piel y en algunos casos amputaciones.
Asegúrese de que el niño está siendo atendido por especialistas capacitados. El personal médico encargado de diagnosticar y tratar el cáncer infantil está compuesto por un equipo multidisciplinario de oncólogos, cirujanos, radiólogos y enfermeras, todos enfocados en el área de la pediatría, quienes son los encargados de establecer los protocolos clínicos para garantizar que el tratamiento del menor culmine con éxito.
La alimentación, factor clave
Los niños con cáncer deben tener una alimentación óptima y balanceada, pues una buena nutrición, está directamente relacionada con una buena condición inmunológica, lo cual es de vital importancia, pues es posible que el tratamiento de la enfermedad afecte el apetito del infante. De acuerdo a la calidad de la nutrición, el niño contará con la energía, la vitalidad y el desarrollo adecuado para afrontar exitosamente la enfermedad.
Con el fin de sobrellevar el tratamiento del cáncer de la mejor manera posible, los niños que lo padecen necesitan consumir balanceadamente proteínas, carbohidratos, grasas, agua, vitaminas y minerales. Cada uno de estos alimentos cuenta con ciertas propiedades, adecuadas para contrarrestar la enfermedad.
Actividad física e higiene
Los niños con cáncer suelen realizar menos actividades físicas que un niño que no padece la enfermedad. Esto se debe a que el infante durante su tratamiento desarrolla una baja autoestima y se origina una sobreprotección por parte de sus padres, familiares y profesores.
Es recomendable que el menor realice un entrenamiento físico continuo, ya que durante el tratamiento suele llevar una vida sedentaria. Dicho entrenamiento debe estar supervisado por personal médico calificado.